miércoles, 9 de junio de 2010



HAY UN BICHO EN MI CAMA... ¡Y NO ERES TÚ!


Como la azul muñeca de gran fama,
aunque no con camisa y canesú,
vi con horror, al ponerme el pijama,
que había un bicho en mi cama... ¡y no eras tú!

Así con fuerte mano una alpargata;
cerrando un ojo a lo Eastwood le hice ¡BUUU!
y de un buen golpe la dejé bien chata;
no, chata, no te asustes... ¡no eras tú!

Tenía más patas, no tenía tus ojos,
ni tu sonrisa ¡voto a Belcebú!
ni tu melena, ni tus labios rojos...
no, no. Definitivamente, no eras tú.

Lo que no entiendo, y ya llevo un rato
dándole a la cabeza, cual champú,
es de dónde ha salido el insensato.
¿Vendría de muy lejos, cual Mambrú?

Ni yo lo sé... ni falta que me importa.
Me voy, que ya es la hora del vermú.
Con este calorcito reconforta,
más que a un panda sus hojas de bambú.
.
Iré luego a la tienda de mascotas,
mi niña me ha  encargado un coendú,
el suyo se ha perdido... ¡nombre idiota,
qué bicho será ese! ¿lo sabes tú...?


LO LÓGICO SALIÓ DE LO IMPENSABLE

Por una vez, permíteme que entable
una conversación con tu alma hermosa:
te contaré que, como si tal cosa,
lo lógico salió de lo impensable.

Nació un amor tan inconmensurable
de manera tan suave y deliciosa,
que en forma lenta, pero contagiosa,
lo lógico salió de lo impensable.

Fue así; lo juro, lo he vivido,
y no me creo aún mi enorme suerte,
pues de la Nada al mundo has resurgido;

Y allí estaba yo para sostenerte...
cuando creía mi corazón perdido,
¡lo impensable se hizo lógico al verte! 

domingo, 6 de junio de 2010

¡TE VIACOMÉ!



¡TE VIACOMÉ!

Hoy te voy a comer como Dios manda,
pausadamente, a solas, en lo oscuro;
el presente de dos, hecho un futuro
labrado a besos en tu carne blanda.

Será inútil que huyas. Sólo anda:
mi alma te seguirá. Te lo aseguro,
será a la vez festín profano y puro,
gélido viento y cálida bufanda.

Devorarte y amarte, todo en uno,
intentando explicar en un soneto
que un día vas a ser mi desayuno;

Hacer que suene bello es todo un reto,
y ya que no hay cerca un pincho moruno...
¡VEN, QUE TE VIACOMÉEE! ¡TE LO PROMETO!