sábado, 9 de enero de 2010


VERTE LLORAR

Verte llorar... es ver morir un hada,
es llenar el vacío con un grito,
es como un tiburón sin apetito,
es echar a correr hacia la Nada.

Verte apagar el sol con la mirada
¡qué tormento, mi bien, tu mar bendito,
que de mi pensamiento ya no quito
aunque mi faz se muestre enamorada!

He de beber tu manantial salado,
y morirán resecas las razones
que inundan de tormentas tus paisajes;

y sabrás que estaré siempre a tu lado
cuando tu alma se llene de canciones
y de alegría y besos tu equipaje.

LO INDESCRIPTIBLE


Para el poeta, perlas engarzadas;
en el escualo, armas criminales,
para el dentista, prótesis dentales,
para otros, tus dientes. Y mas nada.

Para algunos pasión, fuente de agravios,
músculo orbicular para algún lelo,
entrada -para el vate- al mismo Cielo...
eso y muchas más cosas son tus labios.

Piedra preciosa en funda de pestañas,
para la tradición, del alma espejos;
sol que nace de niño y llega a viejo;
eso es. Son tus ojos, no te engañas.

Almacén de recuerdos y de historia,
nuez gigante en su vaina decorada;
hogar de la razón que queda en nada,
el cerebro, la mente... la memoria.

El más bello tesoro que ha existido,
el motor de un edificio en ruinas
que yo haré resurgir... ¿no lo adivinas?
¡Ese es tu corazón, y su latido!