lunes, 11 de julio de 2011

PARA FACUNDO CABRAL, IN MEMORIAM

Banderas de dolor por el que piensa,
por quien tiene un cantar desconsolado,
por todo aquél rumor asesinado,
por toda la verdad con mala prensa;

Luto por el cantante sin futuro
pero con un presente de insumiso;
luto por los que viven con permiso
de un tirano febril, traidor y oscuro.

Podredumbre del alma enrarecida
por obsoletas causas y misiones
nacidas desde el odio más profundo...

Besó una bala y entregó su vida
a la más triste y cruel de las canciones.
¡Descansá en paz,ché, mi buen Facundo!

© Segis

sábado, 9 de julio de 2011

ABUELO

Hoy se quedaron mudos los pájaros, los ríos,
el bullicio de gentes que alegran las aceras,
hasta el mismo Morfeo te ayudó a que murieras.
Te vas como viviste, sin ningún vocerío.

Dejarán de cantarte las farolas, los muros,
sin golpes de bastones que les saquen sonido;
en la Ponte Pedriña no aceptan que te has ido
y habrán de recordarte en estos días tan duros.

Completaste una vida plena hasta tu partida,
y sé que mucha gente te estará agradecida
pues fuiste un hombre bueno con extraños y afines;

dejas huérfano al mundo de tu música y tallas,
por eso, aunque nos cueste... es normal que te vayas
al Cielo a enseñar música a nuevos querubines.

© Segis

martes, 25 de enero de 2011


DESPERTAR

Grito... ¡grito! y el alma se seca sin medida,
se licúa en mis ojos, y se me va la vida
detrás de tu presencia, y entonces siento el frío
de gritar sin que me oigan, en el fondo de un río.

Me calmo en tu regazo... -¡ya, mi bien, era un sueño!-
abro entonces los ojos, y se nubla mi empeño...
la noche con su angustia golpea mi mirada,
en mis brazos tenía tu vacío...¡y más nada! 

Tomo aire -"sereno, no te hundas, no hay prisa,
esto estaba en los planes, vendrán los días buenos"-
el teléfono suena; me pongo la camisa...

... Su voz es como el viento silbando entre el centeno:
"¡mi amor, muy buenos días!"... me devuelve la risa,
y otra mañana entiendo por qué la echo de menos.

domingo, 2 de enero de 2011



SUSPIRAR


Suspirar es querer llenar de amor el viento,
es pintar con el alma espacios que no habitas;
un enjambre de hadas moviendo sus alitas,
es trepar por tus besos como un héroe de cuento.


Un suspiro es tu nombre, pero dicho tan lento
que no suenan las letras. Es tanta la pasión
que tan sólo se oye latir el corazón
resumiendo una vida en tan breve momento.


Un suspiro no es nada, y al mismo tiempo es todo;
es un instante agónico que encuentra su acomodo
soltando en el entorno el lastre que molesta,


¡Y si al etéreo beso que este poema entraña,
saliendo de tu alma, otro más lo acompaña,
un mundo antaño gris se llenará de fiesta!