jueves, 13 de diciembre de 2007



Llegando la madrugada




¡...que se la llevó en silencio
la fria Dama de negro
llegando la madrugada!



...la oí llamar desde lejos;
creyendo que no llegaba
me escapé de mis murallas
de hueso y carne picada,
y la abracé con la esencia
de lo que otros llaman "alma"...
¡que se la llevó en silencio,
llegando la madrugada!


A rastras llegó mi cuerpo
a tratar de rescatarla
de las garras de la Muerte
que de mí se la llevaba...
la ví morirse en mis brazos...
y ya no pude hacer nada...
¡que se la llevó en silencio,
llegando la madrugada!


Entre burbujas de sangre
oí su voz ahogada;
voz que me diera la vida
y ahora me la quitaba,
y sus ojos me dijeron
que ya poco le quedaba...
...¡que se la llevó en silencio,
llegando la madrugada!


La abracé con tal cuidado
como si el humo abrazara,
ella se cogió a mi mano,
y se marchitó su cara;
y un "¡sabía que vendrías!"
dejó su boca sin habla...
¡que se la llevó en silencio
llegando la madrugada!


Yo ya ni sentía el cuerpo
cuando su cuerpo abrazaba;
el caballo de la Muerte
de júbilo relinchaba,
viendo mi inútil esfuerzo
mientras me la arrebataba...
¡...que se la llevó en silencio,
llegando la madrugada!


Allí quedamos tendidos
dos cuerpos, ya sin el alma...
cuando los hombres llegaron,
no pudieron hacer nada,
y yo sólo repetía
besando su frente helada...


...¡que se la llevó en silencio...
... llegando la madrugada!



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