lunes, 18 de febrero de 2008



Despedida







...Lo siento, camarada... no es momento,
el pelotón te espera, y ya es de noche;
tu semblante cerúleo es el anuncio
de la tensión que entre espasmos te domina...

Tiene que ser así... ya no hay salida,
la guerra es la culpable, y yo lo siento.
saludaré a tus vecinos, a tus padres,
les diré que su hijo fue un valiente.

Vete, ve ya con todos. La hora llega.
Lamento haberte visto en este trance;
cuando todo esto acabe, sólo espero
que todo vuelva a ser como de niños.

¡Tanta sangre, Dios mío... tanta sangre!
¡tantos huérfanos de amor, hijos del odio!.

Te esperan ya en el patio... Ve, sin miedo,
que no noten pavor en tu mirada
en el último momento, el del disparo.
Respira hondo y todo habrá acabado.

Los buitres nos esperan... ¡buena suerte!
¡valientes, hasta el fin! y no lo olvides...

...apúntame directo entre los ojos,
me hablaron del mal pulso del sargento.


Tranquilo, no he hablado... nadie sabe
que tú antes de la guerra... eras mi hermano.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Tremedísimo poema!

Sobrecoge desde principio a fin.

Y ese final... "mata".

Enhorabuena Savinien.

besos!