viernes, 30 de mayo de 2008


Deja que sea



Deja que sea lágrima en tu faz agotada,
que humedezca mi tacto tu alma hoy tan seca
de haber llorado tanto, hasta quedarse hueca
como mi corazón, al saberte apenada.

Yo poco puedo hacer, pero por tí lo hago,
y con gusto ante el reto de ser, por fin, amigo,
estoy aquí por tí, escucha lo que digo
pues te haré sonreír. ¿No sabes? ¡Soy un mago!

Un mago poderoso, que en arco iris brillante
tornará tu dolor, tu lágrima temprana
al pasar el tamiz del sol de tu semblante,

Un mago que en la noche te cantará una nana
solo por ver tu risa; y se irá, no sin antes
regalarte un suspiro, y un dulce "hasta mañana".


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