domingo, 6 de julio de 2008



En mis sueños la vi







En mis sueños la vi, voluble e indefensa
ante el mundo real, ante la gente
y por ella luché, dejè de ser cobarde
y me convertí (en mis sueños) en valiente.

Verla llorar calmó mi ardor guerrero
y mis brazos le abrí, como guarida
Después, todo fue amor, y gestos tiernos.
y a mis brazos tornó, ahora dormida.

Allí toda mi hombría se rompió en un instante,
pues su calor en mis brazos me extasiaba,
y supe al fin, mientras su faz besaba
que era el momento de mostrarme amante.

Con nerviosismo creciente, contenido,
su piel acaricié, fue mi alimento
su boca,y sus pechos... y el fermento
de su placer me inundó, con su gemido.

Entre su pelo, peines de cinco púas
fueron mis manos, cubriendo sus rincones;
su secreto fue mio, y en sus sones
su mirada dió paso a mis ganzúas.

En sus ojos mis ojos, y en mis manos
la experiencia del niño que aún no sabe
pero que aprende, cual aprendiera el ave
a volar sin temor sobre los llanos.

Y un abrazo fundió a dos en uno,
y un mismo latido fue aquel día
el sonido del amor, la algarabía
que aunó cena, descanso y desayuno.

Ojos cerrados, bocas enlazadas
en la máxima expresión de la ternura;
tu rosado secreto, mi arma dura
penetrando en tu ser alborozada.

Sudor cálido, sonrisas y caricias,
lágrimas de placer hechas deseo...
al fin, tu eres Julieta, yo Romeo
¡conjura este pecado, dando albricias!

Todo llega a su fin... me vierto en tus cavernas,
te deshaces conmigo entre gemidos;
el día nos ha de ver juntos, dormidos,
entre mis brazos tu, yo entre tus piernas.

Y despertaré, y no estarás conmigo
y buscaré tu ausencia, en esta almohada.
Seguiré siendo lo que soy... tu amigo,
y esta historia de amor se perderá en la nada.

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