sábado, 9 de enero de 2010


LO INDESCRIPTIBLE


Para el poeta, perlas engarzadas;
en el escualo, armas criminales,
para el dentista, prótesis dentales,
para otros, tus dientes. Y mas nada.

Para algunos pasión, fuente de agravios,
músculo orbicular para algún lelo,
entrada -para el vate- al mismo Cielo...
eso y muchas más cosas son tus labios.

Piedra preciosa en funda de pestañas,
para la tradición, del alma espejos;
sol que nace de niño y llega a viejo;
eso es. Son tus ojos, no te engañas.

Almacén de recuerdos y de historia,
nuez gigante en su vaina decorada;
hogar de la razón que queda en nada,
el cerebro, la mente... la memoria.

El más bello tesoro que ha existido,
el motor de un edificio en ruinas
que yo haré resurgir... ¿no lo adivinas?
¡Ese es tu corazón, y su latido!

1 comentario:

Erika dijo...

Ver llorar a alguien duele mucho, sobre todo cuando amas a esa persona. Un gran poema.

Besitos