DESPERTAR
Grito...
¡grito! y el alma se seca sin medida,
se licúa en
mis ojos, y se me va la vida
detrás de
tu presencia, y entonces siento el frío
de gritar
sin que me oigan, en el fondo de un río.
Me calmo en
tu regazo... -¡ya, mi bien, era un sueño!-
abro
entonces los ojos, y se nubla mi empeño...
la noche
con su angustia golpea mi mirada,
en mis
brazos tenía tu vacío...¡y más nada!
Tomo aire
-"sereno, no te hundas, no hay prisa,
esto estaba
en los planes, vendrán los días buenos"-
el teléfono
suena; me pongo la camisa...
... Su voz
es como el viento silbando entre el centeno:
"¡mi amor,
muy buenos días!"... me devuelve la risa,
y
otra mañana entiendo por qué la echo de menos.
1 comentario:
Hola, Savinien:
Hace unos días que he empezado un agradable paseo por tu Blog de poesía y en esta entrada has debido de despistarte porque, el color negro de la letra se confunde con el fondo marrón oscuro, haciendo muy difícil su lectura. Con mi móvil me fue imposible y retomé su lectura en casa en el portátil.
Espero no molestarte. Felicidades por tus hermosas poesías y de aquí en adelante, seguiré disfrutando trabajo.
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