domingo, 8 de junio de 2008




Sin ti la vida



Regalé mis secretos dulcemente
y me encontré sin aire en los pulmones;
me desvestí de amor en cada esquina
y fue el dolor mi carne en tu vigilia.

Lloraron sangre mis ojos en tu ausencia
y me morí sonriendo cada día,
le mentí al mundo, a ti, a mí, a la Muerte,
pues la maldita aún cree que sigo vivo;

De repente, mi cama se hace cárcel,
mi sexo vibra en torno a tu recuerdo:
vomitando mi esencia, va en tu busca
y muere un ángel porque tú te has ido...

... Cada rostro que enciende mis pasiones
es una flecha cruel contra tu risa.

De nada vale huír de los estigmas
que provoca tu falta. Cada imagen
es imagen de ti, y me intimida
negándome los besos anhelados.

¡Devórame, mujer,... sé mi Saturno,
hazme alimento de tu último banquete!

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