jueves, 24 de diciembre de 2009


COMO ESPERANDO ABRIL

Me asalta de pronto tu recuerdo
con esa fuerza leve de los besos,
con la blandura de tu piel canela
entre mis dedos ávidos de sombras.

Me abraza firme el tiempo que perdimos
en no saber de amores limitados
por días de un otoño que tenía
tus ojos, tu sabor, tu sola esencia.

Y en la mesa que guardo mis secretos
queda tu nombre, impreso e indeleble,
con la firma final de mi memoria.

Ya no los necesito... ya ha llegado
el tiempo de cubrir folios en blanco.
Al fin ha sido abril. Y estás conmigo.

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